NO SEÑORES, NI CALLE, NI PUERTAS, EN LA CIUDAD UNIVERSITARIA
(18-09-2015)
Sí señores, así de concreto: la ciudad universitaria de la Universidad Nacional de San Cristóbal de Huamanga no puede ser fragmentada de ninguna manera. Y no porque no nos gusten los ciudadanos que viven más allá de sus muros, ni porque no simpaticemos con el alcalde populista que quiere valerse de los terrenos universitarios, para consagrarse como buen burgomaestre, ni mucho menos; sino, porque como ya ha quedado demostrado, los bienes de la Universidad, que en sí son los bienes del pueblo, es y debe ser intangible. Además, en tales términos ha fallado ya el tribunal correspondiente, las instancias judiciales; al haber comprendido, a fuerza de razón, necesidad histórica y un futuro lleno de expectativas, que es la única forma de garantizar el crecimiento y el desarrollo cristobalinos.
De modo que señor rector, con el respeto que se merece, ¡mejor deseche la idea de que por ahí pasar nomás los vecinos, merced a la idea que tiene de abrir una o dos puertas más de la Ciudad Universitaria!; porque, como dicen en el argot de los choferes, ‘meten la cabeza y luego, el vehículo, la carga y los gorreros’. Por lo demás, si se abren tales puertas, por ‘el deseo de facilitar el pase, para que ya no estén dando la vuelta, e ir a cumplir con sus actividades cotidianas’, cruzando el campus universitario’, primero lo harán de a pie con apenas sus carteras o costalillos, luego arrastrarán bultos, empujarán carretillas o triciclos, y con ese cuento meterán mototaxi, etc., no para bajarse en la ciudad universitaria, como lo hacen los universitarios que van a clases, sino para irse al otro lado, al parque Sucre, al Mercado Central, a las tiendas del centro, etc. ¿Y cómo se llama eso?, es decir, “pasar nada más” por los terrenos de la universidad con sus perritos, sus gatitos, sus niños, abuelitos, cargas o simplemente de paseo? ¿Cómo se llama, sino calle, aunque? ¡De modo aún más preciso, se llama calle con dos puertas!
Consecuentemente, señores miembros de la Universidad, ¿vamos a tener dos calles partiendo la ciudad universitaria, que al principio pueden estar aparentemente controladas, pero al final, como ya escuchamos al alcalde de ese distrito, que terminará por convertirse en calles, hasta por los derechos de uso o de posesión, que inmediatamente esgrimirán?
Estamos a tiempo de evitar que el terreno universitario siga reduciéndose. Lo perdimos ya con Covadonga y vecinos. Lo estamos perdiendo con la Iglesia y los proyectos especiales. Lo perdimos cediendo espacios a algunos docentes y trabajadores de la propia Universidad que han hecho casas en propiedad cristobalina, y ahora ¿lo vamos a perder porque se le ocurre a alguien que en la Universidad la que tiene que resolverles el problema de tránsito, a quienes además, sabiendo cómo era la ciudad universitaria, construyeron su viviendas, incluso, muchos de ellos, invadiéndolos?
No nos parece. Ahora, si el alcalde quiere resolverles ese derecho, el de acceso y salida fácil a sus viviendas, pues que gestione otras formas, que habilite otras maneras, si es posible con unidades de transporte público, y no se esté atribuyendo el ‘derecho’ de recurrir a la Universidad para algo que como autoridad le corresponde hacer. Si no, ¿de qué gana? Y dicen que, ¿es ex cristobalino o que existen cristobalinos estudiantes o trabajadores de la San Cristóbal que viven ahí? Vaya, manera de perjudicar a su Alma Máter.
Finalmente, los accesos que se tienen a la ciudad universitaria, aquí, en México, Colombia o Lima, no es para que por ahí ‘pasen’ a otros lugares de la ciudad, sino para que sus estudiantes, docentes o público en general concurran a la Universidad a estudiar, dictar clases, trabajar o tramitar algo. No puede ser ni el patio trasero, ni el callejón pasajero. Ni de tránsito peatonal, menos vehicular. Las cosas por su nombre.
NECIAS TAQUIRI YANQUI EN RADIO PERIODICO "ALTERNATIVA"
IMAGENES : ARCHIVO "QUEHACER UNIVERSITARIO"
